martes, 14 de febrero de 2023

No es lo que parece (M.J. Fernández)

 Empezamos con la serie en sí. Este sí que es el primer capítulo de la serie del inspector Salazar... y me lo he pasado en grande, la verdad. La precuela estuvo bien, pero la novela es mejor, porque tiene mucha más "enjundia".

Vamos a tener dos temas que se mueven paralelamente...

Por un lado, vamos a conocer al inspector Santiago Ortiz que está buscando debajo de las piedras a su hermano. En realidad son hermanos solo de padre. Cuando este murió, la madre se volvió a casar y el nuevo marido, un día, borracho, mató "por accidente" a su hijo menor. Santiago ya había salido de casa. Le llamaron para hacerse cargo de Lucas, el hermano mediano, pero no se sintió preparado para ello, y se negó, con lo que Lucas tuvo que terminar en un Centro de Acogida.

Voy a destripar un poco la historia, la verdad... pero es que nosotros sabemos quién es el hermano. Tuvieron que cambiarle el nombre y ahora se llama Néstor Salazar... Santiago se dio cuenta de que lo había hecho mal en el momento en que tuvo a sus dos gemelillos (que son muy graciosos), así que salió de Tenerife con Carmela, su mujer, y los peques y se fue a Haro.

Por otro lado, vamos a conocer a los integrantes del equipo del comisario Jesús Colmenares, que está a punto de jubilarse. El inspector Miguel Pedrera, "un tío cachas que transpiraba autosuficiencia"; el subinspector Manuel Rodríguez, "con aspecto aniñado e inseguro"; el inspector Domingo González "un policía entrado en años, que debía de estar muy cerca de la jubilación"; y el subinspector Remigio Toro, "un cuarentón con aspecto bastante común". Esto es lo que ve la nueva subinspectora, Sofía Garay, que siempre quiso ser policía en lugar de modelo y pasa a ser la compañera de Salazar.

Vamos a ir conociendo la vida del inspector: su amigo Gyula y su bar-restaurante, La Callecita, en los bajos del edificio donde vive Salazar, y donde este toca la guitarra de vez en cuando. Gyula fue el primero que le ayudó en el Centro de Acogida y son más que hermanos. Y vamos a conocer a Paco, el gato que aparece en el mortal, herido, y que Salazar se lleva a su casa. Lo mejor es cuando Paco da a luz a su camada... hay que cambiarle el nombre, claro, con lo que Paca entra en nuestras vidas. Y es un personaje fantástico.

Es importante saber también que Néstor lleva siempre un gabán arrugado y va muy desaliñado. Lo del gabán me ha encantado porque es una palabra que se usa ahora muy poco... y en mi casa, mi padre siempre nos decía eso de que "No es igual una mancha en el gabán que un gabán en La Mancha".

Es todo un personaje que se ha creado a sí mismo para que la gente se relaje en su presencia. Y todo fue idea de su mentor, el comisario Padilla: "La mayoría de las personas clasifican a los desconocidos en forma automática según tópicos. La calidad de su ropa, si visten a la moda, su elegancia, su apariencia física, todo se escanea sin siquiera ser consciente de ello. Si eres guapo y bien vestido serás listo; de lo contrario, serás un perdedor."

Hay que ver... quiero contar tantas cosas, que no he hablado nada de la otra trama con la que nos vamos a encontrar: el concejal Juan José Belmonte muere tras la reinauguración del parque para comenzar su campaña... Todo apunta a una intoxicación aguda por pesticidas pero tenía el estómago vacío... Y era una persona que había ayudado mucho a la comunidad, proporcionando viviendas de protección a los okupas.

Claro que, a Salazar le parece que algo raro hay: "Llámame cínico, pero cuando encuentro a alguien tan cercano a la santidad, me pregunto dónde está la trampa". 

Y se va a ir desentrañando todo hasta saber quién ha sido el que ha asesinado al concejal, claro. Muy interesante porque aparece el malatión... y yo lo recuerdo como un producto que tiene un olor espantoso y se utilizaba en la empresa en la que yo trabajaba hace muchos años...

Ah, y me ha encantado que la patrona de la pensión donde se aloja Sofía se llama doña Eduvigis... Me trae muchos recuerdos que cuando mi hermana y yo éramos pequeñas.

Voy a cerrar ya, que me estoy entreteniendo mucho. Pero tengo que dejar aquí el Principio de Locart, porque me parece muy interesante: "Tiempo que pasa, verdad que huye"

Y la reflexión final, que no me la puedo saltar: "Las buenas personas no necesitan ese tipo de publicidad. Sus propios actos hablan por ellos".

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