domingo, 20 de junio de 2021

El juego del alma (Javier Castillo)

 Estaba deseando leerlo y no me ha defraudado...

Es, más o menos, la continuación de La chica de nieve. Digo más o menos porque nos encontramos con los mismos personajes de dejamos al final. Y porque sabíamos que habría más; estaba más que claro cuando cerramos el libro anterior.

Me ha gustado. Lo he disfrutado y no me ha dejado parar en ningún momento. Pero tiene sus puntos muy duros... cosa que también esperaba. Ya lo he comentado en alguna otra reseña: cuando se trata de desaparicione de niños o adolescentes, todo se hace mucho más duro. Y, además, nos adentra en las sombras de cada familia. Y no cabe duda que algunas sombras son más claras y otras, más oscuras... pero muy oscuras.

Nos vamos a situar en abril de 2011 y nos encontramos con Miren Triggs, nuestra prota, que ha dejado su trabajo en el periódico para dedicarse a promocionar el libro en el que narra la historia que todos conocemos de La chica de nieve.

Es entonces cuando aparece el cuerpo crucificado de Alison Hernández y Miren recibe, además, una nota con una foto de Gina Pebbles desaparecida años antes. Y ahí comienza la historia... Y volveremos a encontrarnos con el profesor Jim Schmoer, mi personaje favorito.

También nos encontramos al inspector Ben Miller, de la Unidad de Desaparecidos, que nos hace partícipes de su historia. Su hijo Daniel desapareció 30 años atrás y eso le llevó a su puesto actual. Pero su relación con su mujer se ha visto afectada cada vez más. Lisa ha llorado a lo largo de los años a escondidas: "Prefería creer que había muerto y que no nos necesitaba, a pensar que sí lo hacía y no le encontrábamos".

Es una historia fascinante, de verdad. Yo tengo un problemilla con Miren porque no es mi prota favorita, pero eso no hace que me haya gustado menos. No siempre me voy a poder identificar con los protagonistas de las novelas... 

Claro, lo malo es que no podemos contar nada de lo que pasa porque cualquier cosa que se diga destroza la emoción de seguir leyendo.

Pero hay que recomendar sí o sí que se lean con detenimiento las frases que aparecen al inicio de cada uno de los capítulos... Dan muchísimo que pensar.

Una de ellas: "Nada hay que atraiga más que ver a alguien sufrir". Me ha puesto a pensar y es cierto... nos sentimos siempre atraídos por el sufrimiento. Mucho más que por la alegría. Y me preguntó cuál será la razón... ¿será quizá por sentirnos superiores? ¿Por el desahogo de pensar que no somos nosotros?

Otra muy cierta: "Para qué quiere la gente tener ojos si muchos serán siempre incapaces de ver". También me ha dado mucho que pensar...

Total, que hay que leerlas despacio y releerlas al terminar con el libro. Yo pienso que seguiremos esta especie de serie, pero dependerá del autor, por supuesto. Si lo hace, desde luego, leeré lo que escriba. 

Y si ha terminado aquí y sigue por otros derroteros, también me tendrá como lectora. Me ganço hace tiempo ya...

Cierro ya, con una de estas frases a las que ya me he referido: "La vida va de jugar a un juego del que no conocemos las reglas"

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