domingo, 13 de junio de 2021

Cazaré al mostruo por ti (Manuel Marlasca)

 Muy impactante. Eso es lo primero que me viene a la cabeza. Al autor le he seguido en radio mucho. Me gusta muchísimo cómo se documenta y cómo cuenta las cosas... Eso sí, siempre son sucesos y cosas "complicadas"

Aquí nos cuenta cómo se desarrolló la Operación Candy: "La historia de un compromiso de un puñado de policías con unas niñas, víctimas de un depredador sexual; pero también es la historia de la mayor caza del hombre desencadenada nunca en Madrid, la Operación Candy."

Nos cuenta en el libro la historia de la investigación hasta dar con el llamado "pederasta de Ciudad Lineal". Un caso muy llamativo, muy duro... Comenzó en septiembre de 2013 y terminó en septiembre de 2014. Y, claro, yo vivo en Ciudad Lineal...

La primera niña apareción en la Av. Arcentales, junto a una gasolinera Galp... cerca de mi casa (esta miama mañana hemos pasado mi marido y yo por ahí cuando hemos salido a caminar). Otra apareció en un descampado en Las Musas... incluso más cerca...

Nunca podremos agradecer lo suficiente a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado la labor que desarrollan... Aquí el autor nos lo va explicando despacito, pero la mayoría del trabajo que realizan está en la sombra y nunca sabremos los esfuerzos que tienen que hacer y los obstáculos que tienen que ir salvando para poder llegar a buen puerto.

El libro comienza con una frase de Dennis Lehane en Después de la caída: "Los monstruos, como bien le había dicho su madre y ella misma había aprendido con los años, no van vestidos de mostruos, sino de seres humanos. Y lo que es más curioso, no suelen saber que son monstruos". Y estoy de acuerdo, aunque tengo dudas con lo de "no suelen saber que son monstruos"...

Me ha gustado que la policía le da un toque de humor a muchas cosas, supongo que para poder sobrevivir a los horrores que implicaba este caso. A los sospechosos les llamaban "candy-datos". Y es impresionante cómo trabajaban con las niñas que habían sido atacadas por el pederasta y cómo elegían a las personas que más podían empatizar con ellas en cada uno de los casos. De verdad, encomiable.

Y cómo la gente reaccionaba ante la situación. En el libro se reproduce la carta de un jubilado que tenía una nieta de 8 años y se ponía a las órdenes de la policía si necesitaban a alguien con tiempo para vigilar donde le dijeran.

Es verdad que la zona estaba conmocionada. Mis hijos ya eran entonces mayorcitos (12 y 14 años) pero sus amiguetes tenían hermanillas más pequeñas y las noticias volaban en los grupos... y volaban de aquella manera, claro, con lo que no se sabía qué era real y qué era ficción.

Hay una reflexión en el libro que no tiene que ver específicamente con el caso pero que me ha parecido maravillosa: "La política es ese terreno de la vida capaz de poner al frente de la Policióa a alguien cuyas únicas credenciales hayan sido haber estado suficientemente cerca del líder de su partido, ser alguien de confianza para los jerarcas de la formación a la que corresponda gobernar el país". Por eso me gusta tan poquito la política... ¡es lamentable!

En fin, que hay momentos muy duros porque estamos hablando de agresiones sexuales a niñas y eso es más que tremendo... pero merece la pena ver cómo funciona una investigación de este tipo.

Y cierro con una frase que me ha gustado mucho: "Los viejos policías dicen que los malos necesitan tener muchos días de suerte, pero que a ellos, a los buenos, les basta uno".

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