sábado, 30 de enero de 2021

Aquitania (Eva García Sáenz de Urturi)

 Cualquiera que me conozca sabrá que no he elegido este libro por ser el Premio Planeta... Tengo muy poca fe en los Planeta (bueno, en casi ningún premio) pero me gusta mucho como escribe al autoea y decidí que sería una buena idea pedir el libro a los Reyes, presumiendo que me había portado lo suficientemente bien como para merecer que me lo trajeran. Y acerté: me lo trajeron.

Y, acerté en otra cosa: me ha gustado, mucho.

Nos cuenta la historia de parte de la vida de Leonor de Aquitania, Alia Aenor, una reina peculiar donde las haya. Y es una vida interesante y digna de ser novelada.

Creo que no tengo muchas cosas en común con Leonor de Aquitania, la verdad, pero hay dos en las que sí coincidimos: nuestras abuelas se llamaban Felipa y París no nos hace mucha gracia (a mí, no es que no me haga gracia, es que no me gusta). Para lo de París, no hay más que ver lo que le dice su marido Luis VII: "Es verano, pero es París, nunca será como la soleada Aquitania".

Es muy curioso porque llegó a ser duquesa de Aquitania muy jovencita, una niña, vamos, con 13 añitos. Y, para entonces, era ya una muchacha muy madura y muy capaz. Yo me imaginaba a mí misma con esa edad y me muero de la risa... Pero, vamos, que el rey era también un criín se hizo con el trono. Claro, luego eran ancianos con 50 y eso ya me da más coraje...

Como en aquella época la vida no tenía ningún valor, ninguno en absoluto, hay muchos muertos por todas partes... No pasa nada por matar a alguien, todo es disimulable o ni siquiera eso, porque no hace falta. "Es costumbre en esta tierra, mala costumbre pero sucede, que a los hijos no deseados les envenenan el chupete restregándolo con la planta de la adelfa". Y Leonor casi que dedica su vida a saber quién ha envenenado a su padre, porque está segura de que ha sido envenenado al hacer el Camino de Santiago.

Eso nos lleva a conocer a los "gatos aquitanos" que todos decían que solo existían en las leyendas pero que: "Elegidos desde que empezaban a gatear, eran mucho más que los espías de los duques de Aquitania. Expertos en vigilancia, acecho y merodeo, niños y niñas zurdos eran seleccionados para ser sigilosos, discretos e imaginativos en situaciones complicadas".

Me gusta el Manual de vida de los duques de Aquitania, en el que iban escribiendo los duques sus reflexiones y normas de vida. Y hay algunas muy interesantes: "Ante un suceso improbable, inesperado e incomprensible, pregúntate ¿a quién favorece?". Esta me ha gustado mucho.

Hay muchos personajes curiosos e interesantes, pero hay que leerlo porque como la época era tan difícil, las vidas se entrelazan y no es fácil dar muchos datos con solo unas pinceladas.

Merece la pena dedicar un buen rato a leer la novela. Yo lo he pasado bien y he aprendido muchas cosas. Además, para hacernos un favor, nos incluyen un arbol genealógico y un buen mapa de Francias con las diferentes regiones (porque aquello era un lío).

Y voy a cerrar con una reflexión de las que hacen pensar: "Matar no tiene mérito, hacer daño no tiene mérito. Todos podemos; el mérito es tener un motivo y elegir no hacerlo"

1 comentario:

  1. Me encantó la trilogía de la ciudad blanca y la autora me cae muy bien, así que después de leer la reseña también me lo apunto para leerlo... y más si la abuela de la protagonista se llama Felipa ;-)

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