martes, 22 de octubre de 2019

Tú no matarás (Julia Navarro)

¡Qué alegría tan enorme! Después de dos fiascos, me acabo de encontrar con una maravilla... No es que no me lo esperara, claro, porque Julia Navarro es un seguro de vida, pero cuando te zambulles en la novela descubres que lo tiene todo.

Y eso que a mí me cansa enormemente el tema de la Guerra Civil y la posguerra. No quiero que suene superficial o prepotente por mi parte, pero de verdad que la temática me resulta ya muy difícil.

Pero esto es otro nivel. Es una novela increíble. Comienza en 1941 (el año en que nació mi mami...) en un barrio en Madrid, presentándonos a los vecinos, unos del bando ganador y otros del bando perdedor. Conocemos a Fernando Garzo, de 25 años, a su madre Isabel y a su padre, D. Lorenzo, que está preso. También conocemos a Catalina, amiga de Fernando de toda la vida y por la que este siente algo muy especial. Sus padres, Asunción y Ernesto Vilamar están de parte de los vencedores, aunque la madre no cree que por ser del bando contrario, nadie vaya a ser peor... "En las calles había dos tipos de personas: los vencedores y los supervivientes"

El tercer gran amigo es Eulogio, de 28 años, que vive con Piedad, su madre. Es el gran amigo de Fernando desde siempre. Al comenzar nuestra historia, acoge en su casa a Marvin, un poeta americano un poco peculiar, la verdad.

Desagradable a más no poder es Antoñito, el hijo de D. Antonio Sánchez, el estraperlista. La mujer y las hernanas me recuerdan a la madrastra de Blancanieve y a las hermanastras, no sé por qué...

D. Lorenzo es uno de los personajes más agradables y más sensatos de la novela. Catalina le recuerda diciendo: "Si no leéis, no entenderéis la vida ni sabréis quiénes sois". Y, lo más importante, es el que da título a la novela. Fernando quiso ir al frente pero su padre no le dejó: "No matarás, hijo, tú no matarás". Porque él sabía de qué hablaba: "Cuando matas no sientes nada, el infierno viene después"

No se puede contar en realidad todo lo que pasa porque se desarrolla en un período de tiempo muy amplio... Van a aparecer personajes estupendos como el capitán Pereira o Ylena Kokkalis en Alejandría... Porque nuestros personajes van a tener una vida muy interesante, sin que ellos pudieran intuirlo. ¡Vaya aventuras! Eso sí, siempre juntos, con Adela, la hija de Catalina que nace en circunstancias especialísimas...

Otro personaje que me gusta mucho, aunque aparece poco es el Dr. Juan Segovia, que atiende a Catalina en su embarazo. Hablando con Asunción le cuenta lo que más miedo le daba cuando estaba luchando en la guerra: "... la posibilidad de enfrentarme a mi hermano. Él combatía a favor de la república, yo con los nacionales, y no sabía dónde estaba"

Y D. Victor, el jefe de Fernando en la editorial: "Sí, un bando ha vencido a otro, pero ¿ahora qué? ¿Sabremos volver a mirarnos los unos a los otros sin odio ni rencor? ¿Seremos capaces de superar lo que hemos hecho?". Yo le habría dicho a D. Víctor que sí, que ya estaba todo superado, que la generación de mis hijos ve la Guerra Civil como un hecho contemporáneo a las pinturas de Altamira... Pero me preocupa que los políticos que nos han tocado en suerte (o en desgracia) estén haciendo revivir los peores sentimientos de la posguerra (y de la guerra). Me encantaría saber qué sacan ellos de todo esto.

Hay una frase de Catalina, ya avanzada la novela que me ha hecho pensar, porque estoy en su línea la 100%: "La guerra la ganaría Franco, pero la perdimos todos. (...) Los muertos duelen por igual (...) Tus muertos y los míos valen lo mismo". Yo lo veo tan claro que me parece increíble que aún haya gente que no lo entienda.

Ufffff, ¡hay tantas cosas interesantes en el libro! Hay un personaje curioso, Benjamin Wilson, que cae bien unas veces y otras parece mala persona... Pero dice cosas interesantes y una de ellas me parece que deberíamos tenerla todos en la cabecera de la cama: "Por eso le estoy aconsejando que antes de hablar evalúe lo que le están diciendo y, en caso de duda, guarde silencio". Cuánto ganaríamos si todos hiciéramos caso de este consejito.

No he hablado de Farida, que es otro personaje muy particular, con un pasado abrumador y un espíritu indómito y luchador. Y su filosofía de vida es muy interesante: "La muerte es una condena que no merecemos pero que todos sabemos inevitable, por tanto es una batalla que nunca vamos ganar. Podemos salir airosos de alguna escaramuza, pero el resultado de la contienda está escrito de antemano". Muy cierto, pero duro de asumir.

Ya cierro, ya... Sé que no he contado nada de lo que pasa pero es muy sorprendente y no quiero contarlo. Pero el libro hay que leerlo. Se lee rapidísimo, hace reír, hace pensar, y está escrito maravillosamente bien.

Cierro con un pensamiento que creo que es una gran verdad: "...no solo es necesario hacer las cosas bien.hace falta suerte"

No hay comentarios:

Publicar un comentario