sábado, 21 de septiembre de 2019

Fariña (Nacho Carretero)

He tenido este libro entre los "a leer" mucho tiempo pero no me llegaba a decidir. Tanta polémica, tanta pseudo prohibición... me echaba para atrás. Y, al final, estando en la playa, me decidí y lo he leído.

Y he de decir que me ha gustado. Es muy interesante y, por supuesto, muy inquietante.

Se da uno cuenta de lo que supone el dinero, sobre todo si se consigue de forma sencilla... Pero sobre todo, está claro por qué no se va a erradicar nunca el tráfico de droga... demasiado en juego para demasiada gente.

Todo empezó con el tabaco, claro. Me hizo gracia que se llamaba "Winston de batea": "En ocasiones el tabaco se escondía bajo el mar, en el reverso de las bateas, esas plataformas que cubren la ría de Arousa y que sirven para criar mejillones. De esa práctica nació el término Winston de batea".

También me ha gustado la cita de Dwight D. Eisenhower cuando liberaron Auschwitz: "Graben todo. En algún momento, algún bastardo se levantará y dirá que esto nunca sucedió"

Me ha llamado la atención enterarme de que el contrabando no fue delito hasta 1982... Por eso no pasaba nada. De hecho no solo no estaba mal visto sino que era casi honorable dedicarse al contrabando... Parece increíble. Pero, claro: "era una industria al margen de la legalidad. En consecuencia se creó, se alimentó y se consolidó una cultura delictiva"

El contrabando estaba tan interiorizado en la sociedad que el autor nos cuenta que en la situación encajaba perfectamente la cita de Mark Twain: "Una vez mandé a una docena de amigos un telegrama: Huye de la ciudad inmediatamente. Se ha descubierto todo. Y todos huyeron". Hay que reconocer que la cita es ingeniosa pero si ahondamos un poquito, da mucha pena.

Otra cosa que queda clara es que, en este mundo del narco, en algún momento, antes o después, siempre va a salir algo mal... Y según nos cuentan, en ese momento, unos van a la cárcel y otros desaparecen...

Eso sí, al parecer, los narcos gallegos son los mejores del mundo y por eso a los cárteles colombianos les gusta trabajar con ellos... ¡qué honor!

El libro hace un repaso por todas las operaciones policiales, por todos los momentos por los que ha pasado el contrabando de tabaco y droga y cómo ha afectado a la sociedad, sobre todo a la gallega, pero por extensión, al resto de España.

Merece la pena leerlo, de verdad, está muy bien escrito y se aprenden muchas cosas. Pero no creo que sea para levantar la polémica que ha levantado (sin quitarle ningún mérito, de verdad, que me ha gustado mucho)

Y cierro con la reflexión de un policía, que es lo mismo que me he planteado yo mientras estaba leyendo: "Yo me pregunto si les merece la pena una vida de tanto estrés y precauciones a cambio de ser millonarios... La respuesta es la de siempre: les pierde la ambición; los capos gallegos no saben dejarlo"

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