miércoles, 1 de noviembre de 2017

En casa de los Templeton (Monica McInerney)

En este caso, decidí leer el libro porque lo llevaba viendo ahí, en mi biblioteca virtual mucho tiempo y se me iban los ojos... Así que, ¿por qué no?

No está mal. Es largo, un poco demasiado largo, pero no está mal.

En definitiva es una historia de amor disfrazada de "saga" familiar. Vamos a compartir viaje con la familia Templeton desde que llegan a Templeton Hall en Goldfields, Victoria, Australia, en 1993 y vamos a volver con ellos a Inglaterra con sus buenos y malos momentos.

Conoceremos a Henry y Eleanor, el padre y la madre, a Charlotte, Audrey, Gracie y Spencer, las 3 chicas mayores y el benjamín. Y a Hope. la hermana pequeña de Eleanor, que les acompaña siempre y que tiene un serio problema con el alcohol, las pastillas, las drogas más duras y casi cualquier cosa que sea adictiva (a excepción de los videojuegos, que no deben de llamarle la atención)

También nos encontramos con Nna Donovan, que en ese momento vive con Tom, su hijo, muy cerca de los Templeton. Es su vecina más próxima y tiene una relación peculiar con la familia. Claro que ella tiene también lo suyo. Su marido, Nick, falleció en un accidente de tráfico mientras ella estaba dando a luz al niño, y es algo de lo que huye permanentemente. Y conocemos a Hilary, su hermana, que es un poco su Pepito Grillo, y le va dando toquecitos para que reaccione y viva un poco más con los pies en el suelo.

Por supuesto, los personajes que más nos tienen que gustar son Gracie y Tom... es lo que quiere la autora. Y sí, son los más majetes... Pero hay otros que son también interesantes. A mí me gusta el Sr. Giles, el jefe de Charlotte, que le dice una cosa que todos deberíamos interiorizar: "Sí, posiblemente seas más lista y graciosa que mucha de la gente con la que te relacionarás en la vida, pero eso no significa que tengas que burlarte de ellos. Trátalos con respeto y conseguirás su respeto".

No puedo dejar de reseñar algo de lo que somos testigos todos cada día: "Phineas taylor Barnum, el empresario circense que fundó lo que sería conocido como el Mayor Espectáculo del Mundo tenía razón al afirmar que en el mundo nace un tonto por minuto". Realmente no sé cuándo lo dijo este visionario, pero creo que la cantidad de tontos por minuto va creciendo... No hay más que echar un vistazo a nuestro alrededor... ¡ahí lo dejo!

Voy a terminar ya. La novela se deja leer, está bien, es entretenida pero no ha marcado mi vida, de eso sí estoy segura.

Cierro con una frase de Eleanor que sí me ha gustado mucho: "A medida que me he ido haciendo mayor, me he dado cuenta de que no controlo el mundo ni a las personas que lo habitan". Gran verdad...


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