sábado, 14 de enero de 2017

En tiempo de prodigios (Marta Rivera de la Cruz)

¡Empieza el año! Y empiezo con un libro que me ha encantado. Claro, ya sabía yo que iba a ser un éxito... por eso lo elegí...

Es un libro que narra dos historias paralelas, ambientadas en dos lugares y dos momentos diferentes.

Por un lado, tenemos a Ceci y su historia, situada en Madrid en 2005 (creo que es ese año por lo que va contando después...). Ha perdido a su madre tras un cáncer difícil que las ha unido mucho pero que ha dejado una herida muy profunda. Además, ha dejado a su pareja, Miguel, después de darse cuenta de que lo que tenían no era lo que ella esperaba de una relación.

Por otro lado, conocemos a Silvio Rendón. Es el abuelo de Elena, una gran amiga de Ceci. Cuando los padres de Elena tienen que viajar a Estados Unidos para tratar una enfermedad de su padre, piden a Ceci que se acerque de vez en cuando a ver a Silvio y comprobar que todo va bien. Ahí comienza la amistad con Silvio y su historia, que es simplemente maravillosa.

Las cosas que Silvio vivió son increíbles y muy aleccionadoras. No quiero destripar nada pero vive en Ribanova y nos presentan a Zachary West llegando al hotel Almirante, viejo conocido de los adictos a las novelas de la autora. Zachary... un personaje fantástico... Y conocemos a su hijo adoptivo Elijah, que en aquel momento, 1926 es toda una sensación porque es negro... Y más tarde conocemos a Amos Sezsmann, un maravilloso músico que tenía el terrible "defecto" de ser judío en un lugar y una época tremendamente inconvenientes... Y a su hijo Ithzak...

Tantos personajes, tan diferentes unos de otros y, mientras uno está leyendo el libro, parece que podríamos estar tomando café con ellos cada día y mantener una conversación como si fueran amigos nuestros desde la infancia...

Mientras tanto, seguimos con la historia de Ceci y sus reflexiones, que no son pocas... He descubierto que ella y Miguel eran una pareja de DINKs = Double Income No Kids. ¡Cómo nos gusta utilizar acrónimos, sobre todo si son en inglés!. Claro, en español queda más feo... IDSH = Ingresos Dobles Sin Hijos... Lo triste es que haya un acrónimo para eso. Desde el primer momento ya casi está decidido que no va a haber hijos y, con unos buenos ingresos... ¡qué bien se vive!

Hay por ahí otro pensamiento que me ha hecho parar un poquito: "Somos tan correctos, tan discretos, tan medidos, que preferimos presenciar la destrucción de una persona querida antes que hacer nada por lo que pudieran acusarnos de imprudentes". Es muy cierto... Por eso hay que animarnos tanto a todos a denunciar los malos tratos o el acoso escolar... Tendemos a mantenernos siempre al margen, a ser muy discretos, y no intervenir en la vida de nadie. Aunque muchas veces podríamos ser de mucha ayuda...

Otra cosa curiosa es cuando habla de que a Sergio, el hermano de Elena que vive en Roma, le deja su mujer porque necesita espacio. "Me hace falta espacio. ¿Cuánto espacio hace falta exactamente y para qué? Es una de las cosas que yo me pregunto muchas veces porque es una explicación recurrente que se da cuando una pareja se separa (que es muy a menudo...) ¿Qué es eso del espacio? ¿No caben en casa? Vaya frase más tontorrona... A mí me hace falta espacio, claro, pero para guardar las cosas que tenemos en común, para guardar recuerdos, para quitar cosas que no nos permiten estar juntos... A ver si se empieza a poner de moda otra cosita porque esta es un churro.

Más cosas que me han gustado: "Mi madre y yo nunca fuimos amigas. Sin haber hablado de ello, ambas estábamos de acuerdo en que la amistad entre madre e hija no podía acabar en nada bueno". Me alegro de ver que no soy yo sola la que piensa eso. Yo quiero a mi madre con locura, desde hace más de 50 años. Aunque no me acuerdo, seguro que ya la quería cuando aún estaba en la barriguilla. Y nadie ha sido, es o será como ella. Pero no es mi mejor amiga. Es mi MADRE. Ya está... No hay nada que pueda superar a ser MADRE. ¿Por qué mi madre tendría que ser mi mejor amiga?

Y me he sentido muy identificada con Ceci cuando dice: "Todas las mujeres, incluso las que no lo reconocemos, tenemos dentro un yo peliculero que nos hace fantasear con escenarios más apropiados" ¡qué gran verdad!

Termino ya, de verdad, que es la primera reseña del año y me estoy alargando... Es una novela que hay que leer. Las historias son muy buenas, los personajes son estupendos y se lee de maravilla. Es de esos libros que uno no quiere que se acaben nunca...

Y dejo la frase de siempre, la de terminar, claro: "La vida está llena de personas que no creen en nada y si de pronto se nos cruza en el camino alguien capaz de tener fe en cualquier cosa buena, el instinto de supervivencia nos empuja a acercarnos a ella, a buscar refugio a su lado".

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