sábado, 21 de enero de 2017

Todo esto te daré (Dolores Redondo)

Premio Planeta... La verdad es que da un poco de miedo... Nunca sabe uno con lo que se va a encontrar. Es cierto que he leído muchos y muchos me han gustado pero siempre da un poco de miedito.

Pero esta vez, la autora es un seguro de vida y comenté con los Reyes que me había portado muy bien y que sería bueno que me lo trajeran... Y, bueno, parece que ellos también les pareció bien y me lo trajeron.

Hoy me comentaban unas buenas amigas (mis queridísimas "Rugby moms") que no es tan bueno como la Trilogía del Baztán. Pero el libro es muy bueno y a mí me ha gustado muchísimo. Es largo, largo y se me ha hecho corto y me ha costado ponerlo en la mesilla cuando lo he terminado... No me apetecía que acabara.

Manuel Ortigosa, historiador y escritor de éxito se entera de que su marido, Álvaro Muñiz Dávila, ha fallecido en un accidente de automóvil.

Ahí empieza una historia de amor, de envidias, de dolor, de ilusiones... Un poco de todo...

Manuel descubre que su marido es el marqués de Santo Tomé, algo de lo que no tenía la menor idea. Se desplaza a Galicia, donde tiene el pazo la familia y va conociéndolos a todos poco a poco.

Nos encontramos con personajes estupendos, como Nogueira, teniente de la Guardia Civil recién jubilado, que está convencido de que la muerte de Álvaro no ha sido un accidente. Es un hombre muy peculiar, con un cinismo que yo creo que es un poco fingido, un hombre que sabe lo que hace, con un olfato increíble para detectar detalles y con una historia personal tremenda que al final llegamos a descubrir y nos aclara el porqué de la amargura que se detecta desde el principio. Una frase suya que me ha encantado: "Si los buenos fueran buenos y los malos simplemente fueran malos, el mundo sería mucho más fácil para mí."

Conocemos a la familia Muñiz Dávila... ¡vaya tropa!. Álvaro fue repudiado por la familia, un poco por todo: por plantarles cara desde niño, por no dejarse torear y, por supuesto, (no por nada lo de "por supuesto", solo por saber cómo es la familia) por el hecho de ser homosexual. Su hermano Santiago, casado con Catarina y deseando tener un hijo. Y Fran, el pequeño, muerto por una sobredosis tras fallecer su padre. Ahora su novia, Elisa sigue en el pazo con el pequeño Samuel que nació después de que su padre hubiera fallecido. Y lo de la madre, Cecilia de Muñiz Dávila... ¡para nota!

Otro personaje estupendo es Lucas, sacerdote y amigo de Álvaro desde siempre y el único que sabía que se había casado con Manuel. Un hombre entrañable, que me ha gustado mucho.

Y Manuel es maravilloso. Me ha encantado. Hay una lucha interior a lo largo de toda la novela que me ha hecho sentirme muy cerca de él. Hay veces que dan ganas de decirle algo, de animarle, de consolarle, de decirle que las cosas no son tan duras como el las plantea... Y me encanta un momento, cuando compra folios para comenzar una nueva novela: "Olía sutilmente a blanqueante de papel, un perfume inconcluso que solo alcanzaba su madurez cuando se fundía con el aroma inconfundible de la tinta." Supongo que me ha gustado tanto porque la ilusión de mi vida es escribir un libro...

Hay muchos más personajes, como Herminia, Mario Ortuño, Ofelia, Laura, Xulia, la hija de Nogueira de 17 años que lee mucho (no como mi hijo...)... Y hay muchísimas más cosas que contar. Pero creo que este es un Premio Planeta que hay que leer, no se puede dejar pasar, así que no cuento nada más.

Y termino, como siempre, con una frase, en este caso de Nogueira: "No sé por qué las cosas son así pero el caso es que así son" Una filosofía muy simple pero muy clara.

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