domingo, 8 de noviembre de 2020

El bosque de los cuatro vientos (María Oruña)

 Estaba deseando ponerme con esta lectura. Lo que he leído de María Oruña me ha encantado y, al final, como regalo de cumpleaños un poco tardío, he conseguido el libro... ¡Y me ha encantado!

No va a ser sencillo reseñarlo porque me gustaría contarlo todo, desde el principio hasta el final. Y, claro, eso es simplemente recomendar que se lea...

Estamos en 1830... "A comienzo del siglo XIX, el doctor Vallejo viaja de Valladolid a Galicia junto con Marina, su joven hija, para servir como médico en un poderoso monasterio de Ourense"

Vamos a vivir dos historias paralelas, la del Dr. Vallejo y su hija en Santo Estevo y la de Jon Bécquer, ya en el siglo XXI, también en Santo Estevo, convertido ya en parador de turismo.

¿Y quién es Jon Bécquer? Pues un profesor de Antropología Social en la Autónoma, de 33 años: "...un inusual atropólogo que trabaja localizando piezas históricas perdidas". Además, tiene un gato que se llama Azrael... ¡me encanta!

Jon, junto con Pascual fundó y trabaja para Samotracia una empresa de detectives de arte. "Pascual daba clases de Historia del Arte en la misma universidad, la Autónoma de Madrid. Especializado en antigüedades griegas y romanas y, además de trabajar en la universidad colaboraba de forma estable con el MAN, el Museo Arqueológico Nacional de Madrid". Pascual está casado con Elisa y tiene dos peques de 3 y 6 años.

¡Ah! y me acabo de dar cuenta de que he dicho que Jon daba clases en la Autónoma, sin más... Hay que perdonarnos a los madrileños.... la Autónoma es la de Madrid, claro, la nuestra... como la Politécnica... Para nosotros es como si no hubiera más. Es como cuando un madrileño dice que ha ido a la sierra... ¿a qué sierra va a ser?

Lo que me ha quedado claro de la novela es que tengo que ir a conocer Santo Estevo. Solo he estado en Orense de paso, la verdad. Y me gustó... Lo que haré será pasar a tomar café, como hago con casi todos los paradores, pero con eso ya me quedaré tranquila. Eso sí, seguro que no soy la única que lo ha pensado.

Como comentaba, en una de nuestras historias, seguiremos a Marina. No hemos dicho que el Dr. Vallejo es hermano de Antonio, el abad del monasterio de Santo Estevo. Allí vamos a conocer a fray Modesto, el boticario, un personaje maravilloso y a Franquila, un expósito recogido en el monasterio que se ha convertido en su ayudante. ¿Por qué se llama así la criatura? Pues porque San Franquila fue el fundador de Santo Estevo en el siglo X.

Marina es una muchachita de 17 años que está tremendamente interesa en estudiar medicina y que devora los libros que tiene su padre, a quien ayuda de vez en cuando. En el monasterio consigue que le dejen estudiar con el boticario, pero no entiende que la sociedad no permita que una mujer pueda estudiar en condiciones y llegar a ser médico. Y a la pobre le toca soportar al petardo de Marcial, hijo del alcalde y que la pretende solo por juguetear...

Todo gira en torno a la leyenda de los 9 anillos de los obispos, reliquia que se supone perdida desde hace 200 años, suponiendo que hubieran existido de verdad. Para Jon: "La idea de averiguar qué había sucedido con aquellas inusuales reliquias me fascinaba. ¿No sería extraordinario que pudiese encontrarlas?". Yo he de decir, que lo mejor son los nombres de los nueve obispos: "El primero fue el obispo Ansurio, en el año 922. Después Vimarasio, Gonzalo, Froalengo, Servando, Viliulfo, Pelayo, Alfonso y Pedro"

De repente, muere una persona, Alfredo Comesaña, y Jon está convencido de que él es el culpable, puesto que habían quedado para que Alfredo le diera una pista sobre los anillos... Claro, hasta aquí puedo leer... 

Pero vamos a seguir la investigación de Jon y nos va a llevar a conocer los alrededores del monasterio y cómo era la vida allí... Y vamos a conocer a algunos personajes estupendos, como el sargento Xocas, Germán, Ricardo, Amelia, el padre Quijano... 

Y, por supuesto, vamos a llegar el bosque de los cuatro vientos: "Es el bosque de los cuatro vientos, donde se encuentra el camino hacia la humildad". Precisamente ayer me acordaba yo de esto, en catequesis, hablando con los peques del fariseo y el publicano... la humildad...

No me alargo más, pero el libro hay que leerlo... De verdad que sí. Además de pasar un rato estupendo, con una historia genial y escrito de maravilla, la lectura nos hace internarnos por épocas y zonas que no conocemos pero que vamos haciendo nuestras.

Y cierro con una cuestión muy interesante: "¿Qué aires soplarçian en cada una de las centurias del mundo, contra qué demosnios y circunstancias tendría que luchar cada cual según el instante del tiempo en el que hubiera nacido?".

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