domingo, 22 de marzo de 2020

Un asesino en la sombra (Ana Lena Rivera Muñiz)

Muy interesante la novela, sí señor. Lo he pasado muy bien y eso que no conocía a la autora ni había oído hablar del libro, como me pasa tantas y tantas veces.

Me ha gustado cómo empieza: "El diablo descansa desde hace tres mil siglos mientras observa cómo nosotros nos encargamos de hacer su trabajo". Y es que una reflexión estupenda porque es una gran verdad... Parece mentira lo fácil que se lo ponemos...

La acción se desarrolla en agosto de 2019, comenzando en Oviedo, aunque luego va y viene... Nuestra prota es Gracia San Sebastián, investigadora financiera: "Yo investigaba fraudes para la Administración Pública, no mujeres desaparecidas con marido... ¿Cómo había dicho Bárbara?... impertinentes"

Para ponernos en situación, lo que sucede es que la "mujer desaparecida con marido impertinente" es Imelda Alborán. Esta muchacha es hermana de Teo Alborán, a la sazón amigo "especial" de Bárbara San Sebastián, hermana, a su vez, de Gracia. Bárbara pide a su hermana que trate de investigar qué ha sucedido con Imelda... Esta muchacha tiene 31 años y está separada de Fidel Girón, artificiero de la Guardia Civil.

La situación de Gracia es un poco especial. Está pasando un momento muy complicado... Casada con Jorge, vivía y trabajaba en Estados Unidos. Tuvieron un peque, Martin, que falleció siendo pequeñito y eso la llevó a querer volver a Oviedo. La relación con Jorge se ha deteriorado y ella, anímicamente, no está en la mejor situación.

Cuando la conocemos, está investigando un caso: "Santiago Pérez Rubio, funcionario desde hacía 11 años, con bajas reiteradas por lumbalgias durante los últimos diez. Los dos últimos años las había enlazado hasta el punto de no aparecer siquiera por su despacho. En cambio, competía alrededor del mundo como triatleta en las pruebas más exigentes, en la categoría Ironman".

La situación, como es de esperar, se va complicando en ambos casos, el de Imelda Alborán y el de Santiago Pérez Rubio...

Vamos a conocer también a Rafa Miralles, el comisario de la comisaría de centro y marido de una compañera de clase de Gracia, Geni la Chismes. Lo cierto es que la muchacha es maja pero el nombre le hace mucho daño... Y el comisario, curiosamente, se llama como un compañero que tuve en otra empresa... No tiene nada que ver con lo que hacía mi compañero, pero me ha hecho gracia.

Otro personaje muy chulo es la madre de Gracia.. Tiene puntos geniales y reflexiones maravillosas: "Las personas no cambian con el tiempo, al contrario, empeoran" y traslada el refrán que decía su padre y que creo que me voy a apropiar: "No compres la burra coja pensando que sanará, que si la sana cojea, la coja ¿qué hará?".

Y otra reflexión de mamá: "¡Con lo preciosa que es la vida! Todos tenemos nuestras penas, claro está, esto no es una camino de rosas, ¿qué te voy a contar a ti, hija? ¿Qué te voy a contar con lo que tú has pasado? Pero siempre hay un motivo para vivir o al menos una esperanza". En días como estos, es bueno leer estas reflexiones e interiorizarlas un poquito... que no se nos olvide: "¡Con lo preciosa que es la vida!"

No me quiero entretener mucho más, pero es muy interesante leer esta novela. A mí me ha gustado mucho, la verdad.

Solo quiero dejar un par de cositas. La primera, un pensamiento de Gracia, que puedo hacer mío, aunque no me gusta que sea así: "Tuve que admitir que mi rasero no era el mismo para todo el mundo"

Y la segunda, la continuación al comienzo del libro... una gran verdad: "La mejor jugada del diable es convencernos de que no existe..."


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