sábado, 21 de marzo de 2020

El amor en los tiempos del cólera (Gabriel García Márquerz)

Me trajeron los Reyes este libro tan maravilloso... Y es un edición especialmente bonita. Lo pidió mi marido en su carta... me conoce muy bien.

El libro lo había leído hace muchos años pero, claro, cualquier libro de García Márquez es para leerlo muchas veces. Así que me ha venido de maravilla tener esta excusa para poder leerlo otra vez.

Poco puedo decir yo de libros como este y, sobre autores como D. Gabriel... Los personajes son absolutamente maravillosos... No solo en esta novela, para nada, en cualquiera de las suyas.

Aquí nos encontramos con el Dr. Juvenal Urbino de la Calle y la que será su mujer, Fermina Daza.  Y Florentino Ariza... Son impresionantes los tres.

Y nos situamos en un pueblo de Colombia en un momento a finales del siglo XIX y principios del XX. Se trata de una historia de amor, una historia de amor muy larga, la historia de Florentino y Fermina, con todo lo que ocurre a lo largo de sus vidas.

El doctor es tan peculiar... Me ha hecho gracia porque decía siempre que "el café es veneno". Y he pensado inmediatamente en mi marido, que dice que el médico siempre te dice que dejes de tomar café aunque lo que te pase es que te hayas torcido el tobillo.

Me ha llamado la atención su filosofía, el humanismo fatalista: "Cada quien es dueño de su propia muerte, y lo único que podemos hacer, llegada la hora, es ayudarlo a morir sin miedo ni dolor". Es muy curioso, me parece que es una filosofía muy moderna por una parte y muy clásica por otra...

Y su forma de entender la guerra: "Pensaba que no eran más que pleitos de pobres arreados como bueyes por señores de la tierra, contra soldados descalzos arreados por el gobierno".

Florentino Daza es también maravilloso... Una historia increíble, hijo ilegítimo pero reconocido con una madre espectacular, Tránsito Ariza, que "escribía cualquier cosa con tanta pasión , que hasta los documentos oficiales parecían de amor". Enamorado de Fermina desde siempre, tiene una tremenda cantidad de amantes, y sigue el hilo de todas sus vidas y mantiene relación con muchas de ellas.

"Florentino Ariza olvidaba siempre cuando menos debía que las mujeres piensan más en el sentido oculta de las preguntas que en las preguntas mismas..." A mí esto me da que pensar.

En la novela hay una reflexión muy curiosa en relación con las mujeres: "Para las mujeres solo había dos edades: la edad de casarse, que no iba más allá de los veintidós años, y la edad de ser solteras eternas; las quedadas. Las otras, las casadas, las madres, las viudas, las abuelas, eran una especie distinta que no llevaban la cuenta de su edad en relación con los años vividos, sino en relación con el tiempo que les faltaba por morir"

De Fermina se puede decir casi de todo... me encanta... Hay un par de reflexiones suyas que me han encantado: "Los idiomas hay que saberlos cuando uno va a vender algo. Pero cuando uno va a comprar, todo el mundo le entiende como sea"; "Habría que inventar qué se hace con las cosas que no sirven para nada pero que tampoco se pueden bota". Esta me parece maravillosa... Yo debo de tener un poco de síndrome de Diógenes, la verdad, porque hay cosas que me gustan, que no quiero tirar, pero que no sé qué hacer con ellas... Y mi hijo pequeño también es así, desde siempre... Cuando tenía como 10 años, se buscó una cajita muy mona y la empezó a llenas con cosas... Cuando le preguntamos, nos dijo que era la "caja de cosas inútiles, que algún día servirán para algo"... y eso ha quedado para la historia de la familia.

Voy a cerrar ya, pero este libro hay que leerlo, sí o sí... no se puede dejar de leer. Es absolutamente maravilloso.

Y termino con una frase de Fermina que creo que voy a utilizar mucho: "A la mierda abanico, que es tiempo de brisa"

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