domingo, 23 de diciembre de 2012

Los libros de plomo (Fernando Martínez Laínez)

Lo primero que tengo que decir es que me estoy echando a perder... ¡Qué barbaridad! Hace 10 días que no escribo ninguna reseña... ¡No puede ser!

Y eso que el libro que acabo de terminar está genial, la verdad. Me ha gustado mucho. Es, otra vez, una especie de thriller socio-político-religioso súper entretenido.

Lo compramos hace unas semanas porque la acción se desarrolla en Granada que debe de ser una de las ciudades más espectaculares del mundo. Y el autor juega con la mezcolanza de religiones, de estilos arquitectónicos, de culturas... y le da muy buen resultado.

Como no podía ser de otra forma, aparecen espías. Pero esta vez son "made in Spain" y pertenecen al CNI. Claro que les pasan cosas como que van a usar una base de datos de huellas de calzado y, como la han comprado en Gran Bretaña, tiene huellas de todo el mundo... ¡menos españolas!

El autor es un periodista que juega muy bien con el problema de ETA, del integrismo islámico y del fanatismo religioso. Y utiliza la ironía fina siempre que puede, amparándose en que la acción se desarrolla en Andalucía. Me encanta cuando cuenta la pintada que ve el prota en un contenedor de basura: "Deposita aquí tu voto. Va a valer igual y no haces colas".

Héctor Medina, el que podría ser principal protagonista es un tipo curioso, que tiene por las paredes de su casa el "Camino del Guerrero", que incluye pensamientos como: "No evitar nunca el trabajo sólo porque sea peligroso. No llevar adelante una guerra injusta sólo porque sea fácil. Razonar correctamente, obrar con justicia y decir la verdad". Si lo pensamos, mucha gente no lleva esto a la práctica, sobre todo el último pensamiento...

Otro personaje que me ha encantado es el comisario Ayala, policía por vocación, "una palabra malsonante en estos tiempos en los que la gente tiene ya claro el misterio de la Santísima Trinidad: dinero, dinero y dinero", en sus propias palabras.

Y aparece Jaleb, el integrista kosovar que toma la Alhanbra. Es un hombre profundamente religioso, que ha pasado de todo en su vida y que piensa que "el progreso sin Dios es un pozo sin agua" y que "el infierno de los cristianos debe de ser una guerra eterna en las montañas nevadas afganas, con cuarenta grados bajo cero en invierno". Es un hombre poco hablador que, a modo de ver de todos, hace lo incorrecto pero que está convencido de que lo hace por servir a Alá.

El autor también analiza el Islam, un poco frivolizndo y por encima, porque lo hacen los agentes para conocer la situación a la que se enfrentar. Pero el comentario del imán de la Mezquita Mayor de Granda es para reflexionar: "La yihad no es cosa de bombas y guerra. Sólo se trata del esfuerzo de cada uno para hacer triunfar la voluntad de Dios. Fundamentalmente, un impulso de paz". Desde luego, no es el concepto que yo tenía de la yihad...

Y, como analiza el tema religioso en Granda (y en España en general), hace un retrato perfecto de la situación en la comisaría:"...todos son de la línea piadosa general: agnósticos, gracias a Dios, con un ligero barniz humanitario tirando a cristiano intrascendente y difuso."

También hay que detenerse profundamente el Luciano, el Mesías. ¡Ojo con el colega! Y ya, cuando funda la Sacra Comuna Libre, hay que leer con detenimiento las 10 leyes para ver qué diferencia puede haber entre eso y el islamismo que desprecia profundamente... Eso nos demuestra que los fanatismos no nos llevan NUNCA a ninguna parte.

Aunque me alargue un poco, no quiero dejar de incluir la cita que dice: "...todo está en Sun Tzu, el mejor estratega de todos los tiempos. Decía que si conoces a tu enemigo y a tí mismo, nunca serás derrotado. Si no conoces a tu enemigo pero te conoces a tí mismo, tus oportunidades de ganar o perder están igualadas. Pero si no conoces ni a tu enemigo ni a tí mismo, entoces es cuando estás de verdad jodido". Por circunstancias de la vida, hace un montón de años traduje el libro El arte de la guerra (al que pertenece este fragmento) para el que era entonces mi jefe. La última parte no era exactamente así, "estás de verdad jodido", pero yo guardo un recuerdo especial de aquel libro. Eso sí, siempre me he pregunatdo que pasaría si tú conoces a tu enemigo y a tí mismo y tu enemigo te conoce a tí y a sí mismo... ¿Quedaría todo en tablas?

No me enrollo más. Es un libro muy interesante, que te incita a seguir leyendo y que cubre muchos temas. Y, además, nos evita ver la televisíón que, según el autor es "la perorata del dios basura arengando a sus fieles desde la zarza catódica".

¡¡FELIZ NAVIDAD!!

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