lunes, 10 de enero de 2022

El cielo de Nueva York (Alejandro Corral)

 Si tengo que decir algo de este libro es que me ha sorprendido. Para bien, para bien... el final me ha parecido realmente sorprendente.

Nuestro protagonista es Hank Williams, emprendedor, creador de la empresa IW Corporation y paciente del hospital psiquiátrico Northonwest en Nueva Jersey.

Me ha llamado mucho la atención porque se enfrenta a las enfermedades mentales, un tema casi tabú. Pensamos que estamos en una sociedad muy abierta, muy libre que admite cualqueir cosa... pero las enfermedades metales siguen siendo algo que tratamos de esconder debajo de la alfombra.

En la novela vemos a varios pacientes, los del grupo 5, cuyo médico es el doctor Letterman. A este grupo pertenece Hank y también Jeremy Lewis, la persona más estrambótica y anárquica que Hank había conocido jamás.

Después de varios años, Hank consigue el alta, poco después de hacerlo Jeremy. Hank sabe que su ex compañero no es una buena compañía pero le encuentra después de un tiempo fuera del hospital y no puede evitar volver a estar con él...

Por otro lado, Hank vuelve a ver a su ex mujer y se entera de que tuvo una hija... en aquel momento estaba pasando por lo peor de su enfermedad justo antes de ingresar en el hospital. Vamos a ver cómo vuelve a la que fue su empresa, cómo reacciona ante el nuevo director, ante su ex mujer... ante situaciones que antes eran cotidianas.

Y vamos a ir viendo lo que le ocurre a Hank de vez en cuando... oye un sonido como metálico y su conciencia se traslada aleatoriamente en el espacio y en el tiempo... Y no sabe si es real o no, pero él lo vive como si lo fuera, como si se estuviera desplazando a otra dimensión en la que los personajes han llevado una vida diferente.

También vemos cómo se deteriora por la mala influencia de Jeremy hasta que llega un momento en que es consciente de la situación...

Muy curioso, de verdad, muy curioso. No es mala idea leerlo... Y hay alguna reflexión que se puede resaltar.

Por un lado, de Jeremy: "La vida es demasiado corta para lidiar con gente idiota" o "A veces no se ve el camino hasta que comienzas a andar"

Y, para cerrar, una de Hank: "La rutina se apodera de nosotros sin dejarnos ver las cosas especiales que nos rodean"

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