jueves, 13 de octubre de 2016

Confesión de un asesino (Sophie Hannah)

Veamos... He leído una crítica diciendo que es un thriller psicológico lleno de madurez y de intriga. Lo dejo aquí por si alguien le interesa...

A mí se me ha hecho larguísimo y bastante pesado.

Hay que reconocer que los personajes son francamente interesantes y curiosos pero, con la tercera parte del libro creo que habríamos tenido suficiente.

También es posible que el objetivo de la autora fuera mantener la angustia, que no la tensión. Y conmigo, desde luego, eso sí lo ha conseguido...

En definitiva, se trata de averiguar si Tim Breary ha asesinado a su esposa Francine Breary, postrada en cama víctima de un ictus. Él se ha declarado culpable pero nadie le cree. Por cierto, un dato importante es que Francine era una bruja, mala pero mala, malísima e imposible de contentar con nada... Una impresentable con todas las letras. Cuando comienza la novela ya está muerta pero consigue caer mal de todas formas.

A la sazón, en la misma casa viven sus amigos Dan y Kerry (diminutivo de Kerensa), amigo de toda la visa y otro matrimonio, Lauren y Jacob Cookson, siendo ella la cuidadora de la asesinada.

Dos de los policías asignados al caso son Cahrlie Zailery Simon Waterhouse, que son pareja y tiene unos cuantos problemas con el jefe y el resto del equipo.

Por si no hubiera personajes raros en la novela, tenemos a Gaby Struthers y a su novio Sean Hamer que son la pareja más dispara que he visto en mi vida (bueno, no, pero casi...). Ella está enamorada de Tim pero sabía que él nunca dejaría a Francine.

En fin, que le dan muchísimas vueltas a tratar de averiguar por qué Tim está mintiendo, a quién quiere proteger, qué gana con aferrarse a la mentira... Pero tantas vueltas a mí... me marean.

¡Ah!, sí, he aprendido una cosa muy curiosa. Se llama "dower house" al lugar al que la esposa de un terrateniente se iba a vivir cuando se quedaba viuda y la casa principal de la finca pasaba al hijo y heredero... Muy interesante.

En fin, a mí no me ha gustado mucho, la verdad. Ha conseguido aburrirme durante muchos tramos de la novela y no he conseguido engancharme en ningún momento... Unas veces se acierta y otras no, ¡qué le vamos a hacer...!

Y voy a cerrar con una reflexión de Gaby que puede que nos haya pasado a todos alguna vez. A mí, desde luego, sí me ha pasado y me parece un símil muy gráfico: "Es como si esta mañana me hubiese puesto el cerebro y acabara de darme cuenta de que hasta ahora lo he llevado al revés".

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