jueves, 13 de octubre de 2016

Alguien heló tus labios (Fernando García de Cortázar)

Uno de mis regalos de cumpleaños... Y uno de mis autores favoritos...

Hay que ver lo que se aprende leyendo a García de Cortázar. Y no solo de Historia, que por supuesto que sí. Es que escribe tan bien... Se lee tan bien... Utiliza un lenguaje tan exquisito... Es una verdadera maravilla.

Todos estamos acostumbrados últimamente a leer mensajes ultra-rápidos, artículos breves que solo pretender dar una noticia rápida, entradas en blogs para saber rápidamente determinadas cosas... Todo muy rápido, todo corriendo, con faltas de ortografía, con palabras a las que les quitamos las vocales para escribir más rápido... Así que, cuando uno puede leer un libro para aprender, para disfrutar y para recrearse en cómo está escrito, es simplemente delicioso... ¡Muchas gracias, D. Fernando!

La novela nos hace darnos un paseo por la Historia, de la mano de Mª Teresa Ruiz de Urbina, condesa viuda de Montemayor, y Álvaro Vázquez de Losada, marqués de Armillas, que una vez fueron amantes.

Y es un paseo muy interesante a lo largo de varios siglos.. Pasamos por las Indias y lo "sobrevaloradas" que estaban. Los jóvenes querían irse allí a hacer fortuna pero los veteranos eran conscientes del deterioro y la lucha que había que librar.

Nos paseamos por las luchas de poder de los validos y secretarios de los reyes, de cualquiera de ellos... "El poder es un juego de manos. Es un truco. Una imagen en un laberinto de espejos. Y un hombre, aunque sea de nacimiento humilde, puede proyectar una imagen muy larga, pues la educación y la astucia prevalecen más de lo que se piensa sobre la fuerza pura de la herencia".

Y me he reído un ratillo cuando aparece por entre las páginas D. Francisco de Quevedo, escribiendo cositas sobre la actualidad del momento. No por lo que escribía, que también, sino porque me imaginaba cómo serían sus versos si viviera ahora entre nosotros. Con lo finísimo que hilaba, seguro que pasaría un buen rato... El juego que le habrían dado nuestros políticos actuales...

Claro, me ha encantado también una sentencia que dice así: "...le deben condenar y condenar en pena de muerte natural de horca y que primero sea arrastrado por las calles públicas en la forma acostumbrada." Lo que arrastrar por las calles públicas ya tiene su aquel pero ¿y la muerte "natural" de horca? ¿Muerte "natural"? Y entonces... ¿qué sería una muerte no natural? Me lo sigo preguntando...

Lo dicho ya, que es una novela estupenda y se pasa un arto maravilloso navegando entre sus páginas.

Termino con una reflexión fascinante, que da un poquillo de miedo: "La verdad desaparece cuando el poder hace caminar a la razón con grillos en los pies."

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