jueves, 9 de enero de 2020

Nada de perder (Calista Sweet)

Estaba buscando algo ligerito, para leer antes de que los Reyes me trajeran los libros que he pedido (que suponía que me traerían porque me he portado muy bien) y encontré esta, que es cortita y de una autora que no me resultaba desconocida...

Pues me he equivocado... A ver, la novela se deja leer, de acuerdo, pero no me ha gustado. Para mi gusto deja muchos cabos sueltos y la imaginación se le va un poco a la autora, la verdad...

Curiosamente, volvemos a Australia como en la entrada anterior. Aquí nos situamos en 2007: "Cuando aceptó viajar a Queensland para participar en el Simposio Internacional para la Protección de los Arrecifes Coralinos, Elsa no podía imaginar que su vida daría un giro tan inesperado como excitante". El objeto del vieja es estudiar la Gran Barrera de Coral, que es Patrimonio de la Humanidad desde 1981.

Allí conoce a Adam o'Neal, un "enigmático periodista" que la acompaña en un viaje en catamarán, el Long Orlando. Ella, Elsa Montero, es investigadora en el Centro Andaluz de Ciencia y Tecnología Marinas. No desvelo nada diciendo que hay chispa entre los dos, claro, como tenía que ser... pero hay tantas cosas complicadas alrededor, que no se aclaran y que aparecen porque sí, que a mí me ha superado.

Sobre todo cuando le pica una medusa y entonces: "El encuentro con la chironex había operado una transformación misteriosa en su ser convirtiéndola en una de aquellas fascinantes criaturas". Yo ya me había rendido antes de leer esto pero cuando llegué aquí, directamente me negué a involucrarme más... leí porque no me gusta dejar los libros a medias, pero para mí se había acabado.

Hay algunos personajes que podrían ser interesantes, de verdad, pero no se desarrollan, con lo que no llegamos a sentirlos "como propios" (no sé si me explico). Por supuesto que los personajes son propiedad del autor pero el lector comparte también algo de esa propiedad... y aquí no es posible,ni siquiera con Elsa. Dannie es una de los personajes que me habría gustado descubrir más a fondo... ¡una pena!

Eso sí, algo he aprendido del coral rojo: "...los antiguos griegos lo consideraban gotas petrificadas de sangre caídas de la cabeza de la Gorgona decapitada por Teseo. Los romanos veían en él un talismán para combatir las enfermedades; para los cristianos constituía un símbolo de la sangre del sacrificio de Jesucristo, durante la Edad Media se usó para ahuyentar a los malos espíritus y las brujas y, más tarde, sirvió como amuleto a los reyes que lo utilizaban frente a sus enemigos a fin de acabar con sus malas intenciones".

Esto no da para mucho más... Lo voy a dejar ya con dos reflexiones en vez de una, porque esas sí me han gustado: "El futuro pertenece a quienes creen en al belleza de sus sueños" (Eleanor Roosevelt); "A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra visa se concentra en un solo instante" (Oscar Wilde)

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