sábado, 5 de mayo de 2018

Eva (Arturo Pérez Reverte)

Teniendo en cuenta lo que me gustó Falcó, no me podía perder la segunda entrega... Y he tardado un poco más en leerlo porque estaba en casa pero lo estaba leyendo mi marido (se lo regalaron a él) y me parecía muy feo quitárselo de las manos.

No me ha defraudado en absoluto. Falcó es un personaje que me gusta, me gusta mucho. Es el típico chuleras, perdonavidas, leal y fiel a sí mismo y a sus principios... Es todo un personaje: "...solo vio la imagen de un hombre atractivo de 37 años, vestido con un traje oscuro de corte impecable, el pelo peinado hacia atrás, reluciente de brillantina". Según le dice el propio Almirante: "Te encaja de maravilla la palabra que ahora está de moda y de la que todo el mundo abusa: psicópata".

En esta novela le encargan recuperar de un barco en Tánger 30 tn de oro de la República. La verdad es que el objetivo es un poco una excusa. No para él, no, para el autor. Podía ser este como podía ser otro: ha escrito de maravilla una aventura estupenda y describe magistralmente situaciones, sentimientos, ideales... Yo soy una lectora entregada de Arturo Pérez Reverte, vaya esto por delante pero, incluso a quien no le gusten sus novelas, no podrá decir nunca que no es un escritor maravilloso. Puede no gustar cómo enfoca los temas pero escribiendo es una maravilla.

A la prota que da nombre a la novela, Eva, ya nos la habíamos encontrado antes en Falcó y ahora vuelve a aparecer en el barco que tiene el oro, dispuesta a defender sus ideas hasta la muerte. Y eso es literal porque está dispuesta a ello. Yo creo que el oro le da un poco lo mismo, la verdad... En sus propias palabras: "La vida no es más que una preocupación burguesa. Y la felicidad, un problema de ingeniería social". La cierto es que le quita todo el romanticismo...

Ah, y además está mi personaje favorito: Paquito Araña. ¡Qué personaje! "Buen chico, Araña. Pensó. Maricón hasta las orejas, pero peligroso como una serpiente de cascabel". Un elemento de cuidado que arranca una sonrisa cada vez que aparece.

También aparece Moira Nokolas, una griega de Esmirna a quien Falcó había conocido en 1922 cuando había perdido a su marido y a su hijo y, gracias a que Falcó intervino, perdió también un brazo pero no la vida. Me ha llamado la atención lo que le dice a Falcó: "Me gusta que hagas lo que otros se resignan a soñar". Nos da un poco más idea de cómo es nuestro protagonista.

Me ha hecho pensar una frase que dice Falcó en relación con la Guerra Civil y que puede que fuera más cierta de lo que pensamos: "Qué mas da - De todo eso saldrá un dictador, es igual el bando que gane. Rojo o azul, dará lo mismo". Es posible que no le falte razón...

Vuelve a aparecer aquí el código del escorpión: "Mira, pica y vete", que es de lo más interesante, en una profesión de "espía-pistolero-mercenario-lo que quiera que sea". Una profesión que no es para nada sencilla: "En este oficio, pensó con una cínica mueca interior, el único día fácil es cuando estás muerto"

Y cierro ya, recomendando que se lea porque es un libro estupendo y se pasa un rato maravilloso. Pero no puedo cerrar sin un último pensamiento para reflexionar: "Mejor era un por si acaso que un quién lo hubiera pensado".

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