Después de saborear el libro anterior, quería algo muy ligerito y, por el título, me pareció que este era una buena opción.
Y... no estuvo mal.
Lo cierto es que me he entretenido leyéndolo pero no puedo decir que haya dejado en mí un recuerdo imborrable, la verdad.
Nos situamos en los años 20 del siglo XX... que ya nos estamos acercando a los del siglo XXI.. ¡cómo pasa el tiempo!
Nuestra prota es Phryne Fisher, una chiquilla de la alta sociedad londinense que había nacido y vivido en Australia cuando era una cría, con muchos menos medios de los que tiene ahora.
Lo de su nombre es para dejarlo aquí por escrito: "Su padre había elegido para ella el nombre de Psique. Por desgracia, en el momento del bautizo no estaba en sus cabales por culpa de la larga noche que había pasado en el club. Cuando le preguntaron el nombre de la niña se puso a rebuscar entre los restos de su educación clásica y se le vino a la cabeza Friné. Así que en vez de la ninfa Psique, Phryne fue Friné. la cortesana griega".
En definitiva a nuestra prota la mandan a Melbourne a investigar qué pasa con Lydia Andrews, hija de un coronel con el que coincide en una fiesta.
Está entretenido, habla de maltrato, de drogadicción, de explotación... Todo bien tratado con mucho humor e ironía alrededor, lo que le quita mucho hierro (y no me parece nada mal)
La prota es pija que se cae... "fumaba cigarrillos negros rusos con la boquilla dorada. No sabían muy bien, pero la elegancia exige sacrificio".... Y así funciona para todo. Con decir que sus tarjetas de visita eran de color nata para montar"... Sobran más palabras.
Hay mucho enredo por todas partes y muchos personajes, unos mejores y otros peores. Pero, si me tengo que quedar con uno es con la Sra. MacMillan. Es la más comprometida de todos y trabaja sin parar en un hospital de mujeres. Es curioso porque en un principio no dejaban ejercer a las mujeres como médicos. No podían pasar de enfermeras o comadronas... No es que eso sea malo, por supuestísimo, pero... ¡qué haría la medicina de hoy sin las mujeres!
No me queda mucho más que decir... Lo he leído cómodamente pero no va a ser el libro que más recomiende...
Por no encontrar, ni he encontrado citas para reflexionar pero dejo algo que nos hace ver un poco más claro cóno es nuestra prota y cómo se desarrolla la novela: "Se habría ruborizado si hubiera tenido la costumbre, pero como no la tenía no se ruborizó."
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